La liberación ortodóncica se realiza en los tratamientos en los que necesitamos extraer una pieza que no ha erupcionado correctamente dentro del arco dental.
Pueden ser tanto los caninos como muelas del juicio, siempre que sean dientes que no hayan tenido espacio para nacer.
Dependiendo del tratamiento a realizar, el tiempo del proceso cambiará, siempre contando con anestesia local. El cirujano abrirá el tejido y extraerá la pieza sobrante con cuidado, después coserá el hueco sobrante con puntos de sutura. El postoperatorio depende del paciente y del tratamiento, pero se recomienda reposo y seguir las recomendaciones del dentista.
Según la profundidad a la que quedan enterrados, podrán ser causa de infecciones recurrentes, por eso en Clínica Clavero recomendamos su extracción.
El momento ideal es antes de los 20 años, debido a la densidad ósea y al desarrollo de la pieza y su raíz, siempre que haya espacio suficiente. Se realiza una radiografía panorámica con el fin de localizar los dientes incluidos que no van a tener espacio para erupcionar, suelen ser los caninos superiores, piezas de gran importancia funcional y estética, pero puede ser cualquier otra pieza que esté en riesgo de infección.
Cuando no hay espacio suficiente lo generaremos gracias a un tratamiento ortodóntico previo, para poder albergar el diente en su posición adecuada.
El proceso se realiza bajo anestesia local y dura menos de media hora, el dentista realiza una incisión en el tejido blando y, separando la encía, remueve el hueso que cubre la pieza dental con una fresa quirúrgica y se recoloca el diente en el espacio de la arcada dentaria.
El paciente deberá seguir una dieta blanda durante dos o tres días, y después podrá comenzar su tratamiento de ortodoncia para alinear la pieza junto con el resto de dientes.